En esta muestra hay cuatro trabajos relacionados de distintas maneras. Uno de los ejes iniciales de esta curaduría fue el de la práctica diaria que resulta en objetos que se pueden vender. En ese sentido, contrastan el trabajo de Fabio Melecio Palacios con  el de Adriana Martínez. Los trapiches de Palacios surgen de su oficio diario como trabajador en Palmipor, empresa que produce todo tipo de productos de icopor. El conjunto de trapiches es un punto de convergencia entre la práctica diaria de Palacios en un campo extra artístico y su práctica profesional en el campo especializado del arte. Por otro lado, el fajo de billetes de Adriana es un producto que surge de su trabajo como artista, y uno de los puntos de mayor resonancia de esta pieza se da en el momento en que entra al mercado del arte y es adquirido por una coleccionista, a un precio varias veces mayor al costo neto de la moneda. Mientras es muy palpable que la operación de Palacios implica horas de dispendiosa labor manual, la operación de Martínez parecería implicar el mínimo grado de trabajo manual posible para reproducir capital. Sin embargo, hay una red invisible de trabajo detrás del fajo, pues  implicó que varias personas consiguieran los billetes nuevos y flamantes y los enviaran desde otros países; a esto se le suma la minuciosa coordinación que llevó a cabo Adriana.
Por otro lado está el trabajo de Alejandro Mancera, que rima con el de Palacios ya que es un trabajo por encargo e implica un oficio diario (la pintura en estuco, práctica  pictórica cotidiana de la que Mancera se nutrió en su proyecto La Heladería en el Salón Nacional en Medellín en 2013) que tiene lugar en unas coordenadas por fuera del campo del arte. La pintura que Mancera hizo para esta curaduría es de sitio y  situación específicos y de algún modo puede verse como un producto que generó capital, tanto simbólico como económico.
Los dibujos de Germán Benincore remiten a rieles de tren y a la vez son una  composición un tanto abstracta que dialoga con la agrupación de formas de Mancera por el sencillo hecho de ser formas geométricas desplegadas de manera serial sobre superficies. Las líneas hechas por Benincore, aunque de una manera indirecta, tienen que ver también con trabajo y prácticas diarias, relacionadas al transporte y distribución de productos; en definitiva, flujo de capital.
Curaduría: Andrés Matute
SALA 1: Sin título (trapiches hechos en icopor), Fabio Melecio Palacios, 2015
Sólidos Azules (poliedros en estuco), Alejandro Mancera, 2015
SALA 2: Sin título (dibujos en grafito), Germán Benincore, 2015
Sin título (fotografías en color), Germán Benincore, 2015
Arco Iris (billetes de países latinoamericanos), Adriana Martínez, 2015
Al final del Arco Iris