Desde el antejardín
Luz Ángela Lizarazo
La  belleza que se manifiesta en las formas y materiales (vidrio, porcelana, papel) de la obra de Luz Ángela Lizarazo esconde una estética que encuentra su asiento en el límite entre lo público y lo privado y que, a la postre, habla sobre lo familiar y lo extraño y el miedo que esto último nos produce.
Desde el antejardín agrupa varios proyectos que Lizarazo ha trabajado
durante los últimos años, empezando por su estudio de las rejas que adornan y limitan los jardines de las casas Bogotanas. La reja empezó a interesarle a la artista no solamente por su muy alto nivel de adorno y diseño, sino además por situarse exactamente en el límite entre el epacio de la ciudad y el espacio de la casa.
Lizarazo esconde una pregunta por lo que quizás es el instinto más
básico de cualquier ser vivo (el miedo) bajo la apariencia de las bellas rejas que se erigen con el fin de suprimirlo. Esta investigación la llevó luego a explorar la fauna y flora de los jardines, alterando las imágenes de los pájaros, haciéndolas sutilmente extrañas. Así, encuentra al Pájaro cola de trenza, una  especie presente en los jardines domésticos de cualquier casa. Éste tiene el poder de sembrar dudas en el espectador a la vez que se va transformando en otras especies de cola de flores o cola de ramas. La última evolución de la especie la hermana con las rejas mismas que la resguardan en el antejardín.
Estas obras nos muestran algo que es inmostrable. Los rincones de
nuestros propios miedos son inmostrables no sólo porque son incognoscibles, sino además porque artefactos como las rejas están diseñados culturalmente para suprimirlos e ignorarlos. Pero estas obras, a primera vista inofensivas, nos ponen en contacto directo con la estética de la ansiedad de lo desconocido.

> Paula Silva Díaz